Alguna vez han pensado que todo puede ser mejor

Y si pudieramos ver globalmente y actuar localmente y si pudieramos pensar en grande y comenzar a actuar desde lo pequeño, ¿no sería más duradero?

domingo, 13 de diciembre de 2009

Y llegó la época de los balances

Diciembre ha sido, tradicionalmente, el momento para evaluar los logros y dificultades que se tuvieron durante el año y también de hacer propositos de nuevo año, la dieta, dejar de fumar, ahora sí me caso, en fin.

No pude resistirme a esa tentación y comence a hacer un balance de lo que fue este 2009 para mi, debo admitir que encontré muchas cosas positivas, "la chiva, la yegua vieja y la buena suegra" como dice la canción. También me dejo muchos aprendizajes, amigos incondicionales y uno que otro dolor de cabeza, pero quizás lo que más me dejó fueron una seria de reflexiones que no quiero dejar pasar

El año 2009 comenzó de manera trágica en Chapinero, la muerte de Juan Pablo Arenas marcó una nueva forma de ver la localidad. El amarillismo, la desinformación y la presión fueron las caracteristicas del cubrimiento que hicieron de esta noticia, practicamente nos volvimos verdugos del jóven sin tener en cuenta otras variables que influyeron allí. Eso generó una presión muy fuerte en la localidad que obligó a tomar medidas drásticas, con algunas de ellas no estuve de acuerdo, pero esta situación también me enseño el poder de los medios.

Restricción de menores, cierre hasta las 3 de la mañana, zonas especiales de control, alta presencia de la policía; la muerte del joven generó toda una política pública de la noche y mostró la debilidad en ese tema en el país, al no existir una propuesta sería sobre el tema, la presión mediatica reemplazo la reflexión y un incidente aislado se convirtió en la justificación para tomar decisiones.

Durante más de 6 meses la atención se concentró en el tema de control, operativos, regulación, sanciones, visitas. Durante 6 meses Chapinero se convirtió en el centro de atención y de cuestionamientos, fue muy pesado, teniamos que trasnochar jueves, viernes y sábado y responder a los medios muy temprano en la mañana, estuve tentada a botar la toalla, pero un equipo muy comprometido me convenció de lo contrario.

Afortunadamente, como todo lo mediatico, el tema pasó y la presión descendió un poco, así que pudimos meternos en otros temas como la semana "Al Rosa Vivo". Un semana dedicada a los ciudadanos y ciudadanas LGBT en Chapinero, fue un éxito a pesar de un par de incidentes que también me cuestionaron.

El primero fue el de un oficial de policía que quería retirar a dos jóvenes del parque porque se estaban besando, por un momento pensé que era una broma, que en medio de un evento para promover la visibilización del sector, un policía quisiera hacerlos esconder, ese incidente me sirvió para darme cuenta de la gran cantidad de trabajo que aún tenemos pendiente, pero también sirvió para darme cuenta que el poder se necesita si queremos hacer cambios, de no haber sido la Alcaldesa de Chapinero el oficial hubiera sacado a los jóvenes sin ningún tipo de consideración, pero gracias a mi cargo tuvo que disculparse; no debemos dejar estos espacios, espero sinceramente que en un futuro no solo tengamos una alcaldesa lesbiana, sino muchas personas LGBT visibles, ocupando cargos públicos.

El segundo incidente tuvo que ver con mi rendición de cuentas, como quise hacerla en un sitio lgbt y con un formato novedoso, recibí una serie de críticas y cuestionamientos, especialmente de personas homofóbicas que usaron este evento para acusarme de excluyente y de sólo ocuparme de los "maricas", varias críticas, incluso ofensivas, salieron luego del evento, decían que al hacerlo en un sitio LGBT, el resto de los ciudadanos y ciudadanas no podían asistir, que sólo mostraba lo que había hecho por ese sector y no por el resto de la localidad y que obligaba a las personas que llegaban a la Alcaldía a nombrarse lgbt para que fueran atendidas. Me pregunto si hubieran salido las mismas críticas si hubiera hecho el evento en una iglesia, en un teatro o un salón comunal, ¿acaso dirían que los ateos no pueden entrar o que los que no son artistas no pueden entrar?

Este incidente me mostró como se ha transformado la homofobia, como ha evolucionado y ha construido un discurso más elaborado para ser politicamente correctos sin dejar de ser homofóbicos o discriminadores. Este es otro reto para los activistas del sector porque implica mejorar y madurar los argumentos y poder desenmascarar esos discursos que se visten de critica pero son homofobia disfrazada.

Pero este año también sirvió para entender el dicho "no hay cuña que más apriete que la del mismo palo". Durante el 2009 personas, incluso líderes, del sector LGBT, hicieron fuertes críticas a mi gestión, eso no tendría nada de malo e incluso sería saludable para mejorar, pero muchas de esas críticas fueron ofensivas y sin fundamento, incluso fueron "mala leche" lo que me dio mucha tristeza. Empezaron por decir que no trabajaba por la comunidad, que me había "heterosexualizado" o que había olvidado de donde venía. Inventaron cosas como que odiaba a los hombres gay, que no permitía que entraran a la Alcaldía o que ocultaba mi orientación sexual. Por último, dijeron que había "utilizado" a la comunidad LGBT para llegar a mi cargo y luego los había olvidado. Ojalá estas mismas personas hubieran acompañado la semana "Al Rosa Vivo" y hubieran dado cuenta de la cantidad de jóvenes que sienten que hemos hecho un trabajo, pero no importa, yo lo sé, ellos lo saben y muchos lo reconocen, así que "al bagazo poco caso"

Este año también tuve que enfrentarme al centralismo y la burocracia, creo que las localidades necesitamos mayor autonomía y después de conocer la actitud de algunos funcionarios del nivel central hacia los alcaldes estoy aún más convencida. Durante este año tuve que enfrentar a varios funcionari@s que consideran las alcaldías locales como sus mandaderos o sus criados, funcionari@s que delegan su trabajo y sus responsabilidades sin ninguna consideración y que excusan su propia incompetencia en las debilidades de las alcaldías. Espero sinceramente, que el objetivo de descentralización del Alcalde avance y no sigamos recibiendo ordenes de todo el mundo.

De las experiencias más bonitas de este año fue el trabajo con la comunidad, juntas de acción comunal, asociaciones de vecinos, ciudadanos y ciudadanas, me enseñaron a conocer la realidad de la localidad, a pensar como resolver esos problemas, muchas reuniones fueron complicadas por la gran cantidad de necesidades que existen y también por la falta de formación ciudadana que hace que las personas exijan cosas que no se pueden hacer, ya sea porque no es nuestra competencia o porque no tenemos los recursos, espero tener la experiencia suficiente para aportar al mejoramiento de la participación en esta ciudad.

Un reto muy interesante durante el 2009 fue lograr una relación equilibrada con la policía, ser mujer, lesbiana, no es lo más fácil para lograr el respeto de ellos, algunos se niegan a recibir ordenes de una mujer y otros se niegan a trabajar con homosexuales, pero en general logré cambiar mi concepto sobre estas personas a las cuales les tenía mucha prevención, por nuestra tradicional contradicción. Encontré hombres y mujeres de la policía (aunque en Chapinero sólo tuvimos 3 o 4 mujeres en la policía), muy comprometidos con lograr una convivencia ciudadana, una reglas de juego claras para todos y todas y un respeto a la diversidad.

Pero más allá de la relación personal, la gran reflexión con la policía tiene que ver con las líneas de mando, las grandes contradicciones que se presentan al tener tantos jefes a la vez. La policía es un cuerpo jerarquico, excesivamente vertical, el comandante supremo es el presidente de la República pero cada Alcalde es el jefe de policía en su territorio, esto puede significar ordenes contradictorias, especialmente si el presidente y el alcalde no son del mismo del mismo espectro político.

El caso de Bogotá es muy diciente, las diferencias políticas entre el Alcalde Mayor y el Presidente han generado ordenes contradictorias hacia la policía, y "coca cola mata tinto" siendo el Presidente el comandante supremo lo más probable es que sus ordenes sean privilegiadas frente a las del Alcalde, así que priorizan temas como el narcotráfico, el crimen organizado, el conflicto armado, el terrorismo, pero desprecian los temas de cultura ciudadana, como el consumo de licor en la calle, la riña, las peleas intrafamiliares o los problemas de ruido.

Por eso considero importante pensar en una policía Distrital, una policía que dependa completamente de la Alcaldía Mayor y que se dedique exclusivamente a los temas de convivencia, cultura ciudadana y respeto por las normas. Es decir, una policía que retome su naturaleza civil como lo señala la constitución porque actualmente la policía es más un cuerpo de tipo militar y su formación se parece más a la de los soldados que a la de los gestores de convivencia que deberían ser. Una policía así podría capacitarse en temas como violencia contra las mujeres, crimenes de odio, manifestaciones y protestas, etc. y manejarlas de forma diferente, más concertada.

Mejor dicho, como pueden ver, el 2009 fue el año de los aprendizajes, de los retos y de las experiencias, espero que me sirva para hacer un mejor trabajo el año entrante y sobre todo para no defraudar a todas las personas que me han apoyado y han creido en mi.

Feliz Navidad y un año 2010 maravilloso.

domingo, 18 de octubre de 2009

Por una política pública de la rumba en Bogotá

Contrario a lo que muchos piensan, estoy de acuerdo con que la rumba sea hasta las 6:00 a.m. en Bogotá, y los estoy por razones prácticas pero también ideológicas.

Las razones prácticas son de dos tipos las económicas y las operativas o de logísitica. Uno de los principios de la economía se basa en la oferta y la demanda, donde hay demanda siempre se presentará una oferta para satisfacerla. En Bogotá existen al menos unas 3.000 personas que demandan rumba después de las 3:00 a.m, cómo hago ese cálculo, porque existen aproximadamente 150 clubes que surgieron a partir de la ley zanahoria y cuyos clientes oscilan entre los 100 y los 200 por noche, estos clubes surgieron para funcionar después de las 3:00 a.m. y nada más.

Si existe una demanda tan alta es obvio que tengamos una oferta para satisfacerla, primero fueron los after party, luego los clubes, luego los amanecederos y ultimamente hasta sindicatos y fundaciones. Todos ellos tienen en común que no cuentan con una reglamentación y por lo tanto no son vigilados por nadie, esto los hace inseguros, en ellos se presentan robos con escopolamina, licor adulterado, presencia de menores, venta de drogas y otra listado de problemas.

Si en lugar de esa oferta ilegal tuvieramos una oferta legal, reglamentada y vigilada de rumba hasta las 6:00 a.m. la gente podría ir con tranquilidad a sitios seguros, controlados, con buenas referencias y sin el riesgo de que los secuestren para que no los coja la policía.

La otra razón económica es que la rumba mueve una gran cantidad de empleos y de ingresos, en su mayoría legales, miles de personas trabajan como meseros, barman, logisticos o vigilantes de sitios de rumba en Bogotá, si esta actividad se regula, puede ser una fuente de ingresos en tiempos de crisis.

Las razones operativas tienen que ver con el manejo y el control que se le puede dar a los sitios de rumba si funcionaran hasta las 6:00 a.m. En primer lugar, no se presentaría la congestión de las 3 de la mañana cuando más de 10.000 personas salen al tiempo a buscar transporte, se presentan riñas, robos, congestión y no hay policía suficiente. Si la rumba fuera hasta las 6:00 a.m. tendríamos una salida más controlada pues tendríamos grupos a distintas horas, los que salen a comer y se devuelven a su casa a las 12 p.m. los que salen a tomarse un trago y vuelven a su casa a las 2 o 3 a.m. y los que salen a discoteca que comienzan a salir a sus casas entre 4 y 6 a.m. Eso facilitaría el control policíal, el transporte e incluso mejoraría la atención.

Las razones ideológicas tienen que ver con priorizar la libertad a la restricción. Las medidas restrictivas casi siempre llevan a abusos por parte de algunas autoridades, que las usan como excusas para restringir grupos minoritarios, por eso es mejor apostarle a la libertad, pero no de cualquier manera, libertad que tiene reglas de juego que todos y todas cumplimos y que en caso contrario se sancionan drásticamente. Por eso creo que es mejor apostarle a no restringir la rumba siempre y cuando se genere una política pública de la rumba en Bogotá y a partir de ella se regule su funcionamiento.

No estoy de acuerdo con aquellas personas que en lugar de intentar cambiar una norma, la rompen con la excusa que no es legitima, esa es la causa de esta cultura mafiosa que se está afianzando en nuestra sociedad, que no creemos en los canales institucionales para cambiar las normas sino que buscamos el camino fácil para eludirlas, sobornos, clandestinidad. Esto se debe en parte a la incredulidad en el sistema pero también a nuestra escasa formación política y ciudadana.

Es por eso que yo hago cumplir la norma de las 3 de la mañana así no este de acuerdo, seguire dando un debate público para cambiarla y cuando lo logre la haré cumplir nuevamente, como es mi deber.

Las y los invito a que hagan lo mismo, generen debate, presenten argumentos, propongan cambios a la norma, pero mientras tanto cumplanla, es la mejor forma de construir una ciudadanía activa con cultura ciudadana y no con cultura mafiosa.

martes, 12 de mayo de 2009

Cuando el miedo se deja entrar

Hace mucho tiempo escuche este cuento de García Márquez:

"Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

-Te apuesto un peso a que no la haces.

Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:

-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:

-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.

-¿Y por qué es un tonto?

-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.

Entonces le dice su madre:

-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.

La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:

-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:

-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.

Entonces la vieja responde:

-Tengo varios hijos, mire, mejor déme cuatro libras.

Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:

-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?

-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!

(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos).

-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.

-Sí, pero no tanto calor como ahora.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:

-Hay un pajarito en la plaza.

Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.

-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.

Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen:

-Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos.

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.

Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:

-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.

Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:

-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca."


El miedo es la forma más rápida y hasta económica de ejercer control social, de mantener al margen a los distintos y de promover restricciones a las libertades, no en vano, luego del 11 de septiembre, los estadounidenses estaban dispuestos a que los controlaran mas con tal de prevenir otra tragedia.

El problema del miedo es que si no se ubica en el lugar que es, se puede convertir en un multiplicador de tragedias, como sucede en este pueblo del cuento. Oimos un rumor y generamos otro mayor para hacerlo mas creible, a su vez el siguiente le agrega algo más y al final todos salimos corriendo del pueblo por miedo a que algo malo va a pasar.

En los últimos días se ha generado un gran miedo alrededor de las amenazas a la comunidad LGBT y los supuestos panfletos que están circulando en la localidad de Chapinero. A pesar de multiples aclaraciones, surgen teorias de pánico que dicen que algo malo va a pasar en Chapinero, algunos incluso ya han hecho sus maletas para huir de la tragedia.

Pero es el momento de parar y ser capaces de encontrar el origen del rumor, separar lo real de lo falso, identificar realmente los riesgos de los temores generalizados, que al estilo del cuento terminen por desocupar Chapinero.

El amor siempre será más fuerte que el odio y que el temor, es el amor por esta localidad, por la diversidad, por la diferencia, por el respeto, los que nos permitiran mantener esta localidad como la queremos, una localidad en la que todos y todas podamos vivir en paz sin que el pánico nos ahuyente.

viernes, 24 de abril de 2009

¿Cuál es nuestra naturaleza?

Cuenta un relato popular africano que en las orillas del río Níger, vivía una rana muy generosa.

Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del rio.

Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.

También vivia por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: «Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda»

La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: «¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!»

El inteligente escorpión le dijo: «No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado»

La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y comenzaron la travesía del río Níger.

Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.

Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino...

Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión:
«¡Lo sabía!. Pero... ¿Por qué lo has hecho?»

El escorpión respondió: «Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme. Es mi naturaleza.»

Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban en las profundas
aguas del río Níger.

Convivir en la diversidad implica muchas veces, encontrarse con escorpiones y ranitas, cada uno con su forma de ser y actuar. Implica ser solidarios con aquellos que tal vez no lo sean tanto. ¿Pero como hacerlo sin caer en la ingenuidad de ser picados y morir en el intento? ¿Cómo ser solidarios con aquellos que pueden atacarnos?

A veces se piensa que lo mejor es matar al escorpion y evitar que nos haga daño o tal vez soltarlo a la mitad del río y dejar que se ahogue, pero no está en la naturaleza de la ranita hacer eso, ¿que hacer entonces?

Tal vez lo mejor sea lograr no solo unos acuerdos sobre reglas claras sino también, establecer unos límites entre unos y otros para evitar que su naturaleza termine por hacerlos picar al que le está ayudando.

Pero si ponemos límites, ¿no sería como discriminar o excluir? ¿no caemos en el mismo discurso por el cual los diferentes somos rechazados?

Por siglos las ranitas y los escorpiones han podido convivir, ¿pero será que no se pueden colaborar? ¿que la ranita nunca debería ayudar al escorpión?

Me gustaria saber la respuesta, me gustaria saber como lograr que algunos escorpiones que no permiten la diversidad en Chapinero y en muchos otros lugares, entendieran que ellos también se ahogan, que ellos también pierden.

¿SERA TAN DIFÍCIL?

domingo, 15 de febrero de 2009

La autoridad para hacer cumplir las normas o para perjudicar a otros

Desde el comienzo de esta alcaldía he venido planteando la necesidad de generar una cultura del cumplimiento de las normas, una cultura que permita superar ese entorno mafioso en el cual no importa por encima de quién o de qué sea necesario pasar con el fin de lograr un beneficio individual. En esa cultura las autoridades tienen un papel fundamental: hacer cumplir las normas, pero dicho papel no es posible sin el apoyo de la ciudadania y sobre todo sin que cada ciudadano y ciudadana asuma el compromiso de cumplir sus deberes, pues no es posible tener un policía para cada persona.

Sin embargo, a raíz de las medidas que ha venido tomando la Alcaldía Mayor para recuperar las condiciones de seguridad de la ciudad, he notado que la ciudadanía no está viendo a las autoridades como una figura que hace cumplir las normas sino como un instrumento más para llegar al beneficio personal, o lo que es peor, para perjudicar a otros, sin tener en cuenta el riesgo que esto le puede generar a la institucionalidad o incluso a la misma seguridad ciudadana.

Durante este fin de semana, la policía recibió una llamada denunciando la presencia de un herido al interior de un establecimiento, al llegar la policía al lugar no se le permitio la entrada. Nuevamente se recibe otra llamada diciendo que el herido está muy grave y otra vez la policía se acerca y no se le permite la entrada. Una tercera llamada denuncia que la persona ha muerto al interior del establecimiento y en ese momento la policía toma la decisión de ingresar... Afortunadamente en el lugar no se encuentra nada extraño, es más, la policía comprueba que el lugar ya ha cerrado y sólo se encuentran en su interior los empleados que están haciendo aseo. Ofrecen disculpas al dueño del lugar que estaba bastante molesto por el ingreso y la actitud de las autoridades.

Éste, que podría ser un caso aislado, se puede convertir en un ejemplo de esa utilización que hace la ciudadanía de las autoridades, para perjudicar a otros, pues al parecer las llamadas fueron realizadas por otros establecimientos del sector que vieron en ésta situación una oportunidad de afectar a un competidor. ¿Qué sucedería si cada ciudadano o ciudadana comienza a mentirle a las autoridades con denuncias falsas para afectar a sus competidores?, ¿cuántos casos reales dejaron de ser atendidos por llegar a esta llamada falsa?, ¿cuántas personas hubieran podido resultar victimas de un delito porque la policía estaba ocupada atendiendo la llamada de un envidioso?

Al igual que lo que se presentó con los informantes de la guerrilla y los testigos ocultos de la mafia que aprovecharon para afectar a sus enemigos haciendo denuncias falsas, la utilización de las autoridades para fines individuales termina por restarle credibilidad a las instituciones, y por lo tanto refuerza la idea de que las personas deben tomar la justicia por sus manos, pues las autoridades no son equitativas.

Espero sinceramente que esta situación no se vuelva a presentar, pero si la sociedad en su conjunto no hace una reflexión profunda sobre este tipo de actitudes, las autoridades podemos terminar siendo el instrumento de venganza, rencor u odio de algunos individuos, en lugar de ser los encargados de hacer cumplir las normas.