Alguna vez han pensado que todo puede ser mejor

Y si pudieramos ver globalmente y actuar localmente y si pudieramos pensar en grande y comenzar a actuar desde lo pequeño, ¿no sería más duradero?

martes, 12 de mayo de 2009

Cuando el miedo se deja entrar

Hace mucho tiempo escuche este cuento de García Márquez:

"Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

-Te apuesto un peso a que no la haces.

Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:

-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:

-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.

-¿Y por qué es un tonto?

-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.

Entonces le dice su madre:

-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.

La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:

-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:

-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.

Entonces la vieja responde:

-Tengo varios hijos, mire, mejor déme cuatro libras.

Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:

-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?

-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!

(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos).

-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.

-Sí, pero no tanto calor como ahora.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:

-Hay un pajarito en la plaza.

Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.

-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.

Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen:

-Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos.

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.

Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:

-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.

Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:

-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca."


El miedo es la forma más rápida y hasta económica de ejercer control social, de mantener al margen a los distintos y de promover restricciones a las libertades, no en vano, luego del 11 de septiembre, los estadounidenses estaban dispuestos a que los controlaran mas con tal de prevenir otra tragedia.

El problema del miedo es que si no se ubica en el lugar que es, se puede convertir en un multiplicador de tragedias, como sucede en este pueblo del cuento. Oimos un rumor y generamos otro mayor para hacerlo mas creible, a su vez el siguiente le agrega algo más y al final todos salimos corriendo del pueblo por miedo a que algo malo va a pasar.

En los últimos días se ha generado un gran miedo alrededor de las amenazas a la comunidad LGBT y los supuestos panfletos que están circulando en la localidad de Chapinero. A pesar de multiples aclaraciones, surgen teorias de pánico que dicen que algo malo va a pasar en Chapinero, algunos incluso ya han hecho sus maletas para huir de la tragedia.

Pero es el momento de parar y ser capaces de encontrar el origen del rumor, separar lo real de lo falso, identificar realmente los riesgos de los temores generalizados, que al estilo del cuento terminen por desocupar Chapinero.

El amor siempre será más fuerte que el odio y que el temor, es el amor por esta localidad, por la diversidad, por la diferencia, por el respeto, los que nos permitiran mantener esta localidad como la queremos, una localidad en la que todos y todas podamos vivir en paz sin que el pánico nos ahuyente.

4 comentarios:

Javier Ruiz Olarte dijo...

POR AHÍ LEI QUE LA FE Y EL TEMOR SON LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA, LOS DOS SON UNA MISMA COSA Y UNA MISMA FUERZA, SE DICE QUE ES FE CUANDO SE ESPERA QUE ALGO BUENO SUCEDA POR EL CONTRARIO ES TEMOR CUANDO SE ESPERA LO MALO, ASÍ QUE NO DEBEMOS ESPERAR NI LLAMAR A QUE OCURRA UNA TRAGEDIA, COMO SE DIJO EN UNA MARCHA "UNIDOS SOMOS MAS"

juliana_G dijo...

1. Estar dispuestos a permanecer juntos... a no tener miedo por lo que no ha pasado y en vez de huir enfrentar juntos el problema si es que lo hay la unión hace la fuerza... el Dalái Lama cita en una frase si hay problema hay solución si no hay solución no hay problema es sencillo...

Pedro_Rodriguez dijo...

EXCELENTE LA REFLEXION, PORQUE YO ESTABA EN LAS MISMAS.

GRACIAS POR ESA OTRA POSIBILIDAD.

Unknown dijo...

Genial, creo que la reflexión no puede ser mejor y el texto el más peritinente.